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Flores

y con ellas

volver a la naturaleza, el corazón de la vida.

Epifanías de fuego bordeando el melancólico paso de las estaciones.

La fotografía como búsqueda de las esencias, impronta lumínica de la vibración de lo vital.

Las imágenes de Jackie Parisier hacen corpórea la matriz de la contemplación del perfume de la belleza. Foco y fuera de foco extremos como veladuras de bruma.

La materia se hace vulnerable a la mirada y al caer la luz, las flores encienden su presencia.

Sus imágenes nos llevan a observar la naturaleza como la alquimia del espíritu que renace en cada respiración, en cada instante en que la cámara se detiene a capturar la impermanencia y su intensidad romántica.

El video, acompaña este estado de intimidad como una metáfora bergsoniana de los destellos del rio de Heraclito. Imágenes que nos detienen a contemplar el agua, la luz inmaterial de un estado de flujo constante que mantricamente aquieta los estados de percepción a su máximo silencio donde somos uno con el universo.

Flowers that

Reveal nature and the heart of life.

Epiphanies of fire that line the melancholic passing of the seasons.

Photography as the quest for essence, the luminous sign of vitality’s vibrations

Jackie Parisier’s images embody a matrix, a perfumed meditation of beauty. Focus and beyond extreme focus, shades of shadows…

When light shines upon them, flowers fire the substance made vulnerable by the glance.

As the romantic intensity of her camera captures the fleeting rhythm of the moment, Jackie’s images lead us to imagine nature as alchemy of the spirit, eternally reborn.

The video accompanying this state of intimacy is like a Bergsonian metaphor of the waves of the Heraclitean River. These images lead us to stop and watch the water, the immaterial light of constant flux that quiets the mantra-like state of perception raised to utmost silence, a silence when we are one with the universe.